Morir por morir

Ya no hay ortiga que no crezca sola;
en este mundo, que ya es todo de ellos.
En esta Tierra vieja y sin cabellos,
los diez mil ricos se hacen la ola.

No hay instancia que no haya yo cursado,
ni hubo revuelta que no fuese mía.
más no hay mañana; ya no queda un día,
ni hay ilusiones… ni voluntariado.

Quédate tú, que nunca luchaste;
come los cardos que bien te has ganado;
sigue rezando al Dios del Mercado;
sigue violando a los que mataste.

Que no llevábamos un mundo nuevo
en ninguno de nuestros corazones;
que eran tan falsas aquellas razones
que a nombrarlas siquiera me atrevo.

No era el hombre bueno solo por nacer,
que hasta la bondad tenía su dueño;
nuestra independencia solo era un sueño
que ahora, ya despierto, no puedo tener.

No habrá día en que, al levantar la vista,
veremos una tierra que ponga libertad.
Hace tiempo que murió mi pubertad,
pero es hoy que ha muerto el anarquista.

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